viernes, 23 de julio de 2010

Femicidios en Argentina


Un informe divulgado por la ONG's La casa del encuentro da cuenta que en la primera mitad del año fueron asesinadas como consecuencia de la violencia de género unas 126 mujeres.

Los femicidios son cometidos en su mayoría por parejas o ex parejas de las víctimas.

La Ley de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujeres, Ley 26.485 prevé un registro oficial de los casos de maltrato.

Esta ley fue sancionada en marzo de 2009 y la presidenta Cristina Fernández firmó el decreto de reglamentación el pasado lunes.

Cuando hablamos de femicidio, pensamos en el extremo de situaciones de violencia, sin embargo antes hubo diferentes avisos que deberían haber servido para cambiar este final.

Violencias verbales, simbólicas, económicas, ambientales, psicológicas y físicas.

¿Porqué entonces se ignoran estos avisos, estas prácticas? ¿Porqué se minimiza y se desatiende la violencia a la que una persona es sometida?

Hay otras instancias de intervención previas antes de llegar al femicidio porque una vez ocurrido, no sirve, ni para la mujer,ni para su familia.

¿Cómo hacer? ¿Qué hacer?

  • Abrir el camino al dialogo, que la mujer que esta sufriendo violencia, pueda comenzar a hablar.

  • Sacar la culpa,quien es víctima ha sido convencida que es su culpa, que si no fuera, no dijera, no hiciera, no pensara, etc. eso no pasaría

  • Generar espacios de confianza, donde la persona pueda hablar sin ser juzgada, donde pueda ser creida, donde pueda sentirse en libertad.

  • Desnaturalizar la violencia en la que vive, la violencia no es una forma de vida aceptable para ninguna persona. Se pueden crear y tener vínculos en respeto, en paridad en armonía a pesar de los conflictos. Los conflictos siempre van a estar, lo modificable es la forma de resolución.

  • Trabajar su identidad como persona, como mujer, sus derechos ya que la percepcion de su persona y sus derechos son tergiversados por la violencia.

  • Empoderarla, que pueda encontrar recursos olvidados o anulados, por ejemplo, oficios, tareas, saberes, con los que pueda reinsertarse laboralmente.

  • Rearmar redes de apoyo con la familia, amigos, vecinos, comunidad de fe.

  • Mostrarle a través de otras historias de vida, que puede salir de la violencia, que puede comenzar de nuevo.

  • Acompañar el proceso, respetando sus tiempos.

La tarea no es de un día, una mujer que es víctima de violencia empieza a hablar en un promedio de 10 a 15 años que ha comenzado a sufrirla. Puede realizar hasta 7 denuncias y retirarlas.

En violencia quien marca el tiempo de proceso, salvo que el riesgo de vida sea alto, es la persona víctima.

Tenemos muchas razones para involucrarnos y comprometernos para que estas estadísticas puedan cambiar.

Porque 126 no sólo es un número.

Habla de vidas truncadas, de sueños hechos pedazos, de dolor, de impunidad, de muertes que podrian y debían ser evitadas.


MCU